Cuando hacemos marketing digital, una de las principales metas es lograr que los usuarios realicen acciones específicas que se alineen con los objetivos de negocio. Estas acciones son lo que se conoce como conversión en marketing, y son fundamentales para medir el éxito y la efectividad de nuestra estrategia.
Pero, ¿qué significa exactamente una conversión? ¿Cómo se miden las conversiones? ¿Cuántos tipos diferentes existen? ¡Vamos a verlo!
Qué es una conversión en marketing digital?
En el contexto del marketing digital, una conversión es cualquier acción que una persona lleva a cabo en una página web o plataforma digital que cumple un objetivo de negocio específico.
En otras palabras, una conversión se produce cuando un usuario realiza una acción que hemos definido como valiosa para nuestra estrategia de marketing. Esto puede ser desde algo tan simple como hacer clic en un enlace hasta completar un formulario, suscribirse a una newsletter o realizar una compra.
Las conversiones son fundamentales porque nos permiten medir la efectividad de nuestras campañas de marketing digital. Cada conversión representa un paso hacia la consecución del objetivo final y por eso es crucial definirlas y medirlas en todo momento.
¿Cómo se miden las conversiones en marketing?
Para entender la efectividad de nuestras campañas de marketing, es esencial medir las conversiones. Aquí es donde entra en juego la tasa de conversión.
La tasa de conversión es un porcentaje que indica la relación entre el número de usuarios que completan una acción deseada y el número total de usuarios que visitan una página web o ven una campaña específica.
La fórmula básica para calcular la tasa de conversión es:
Tasa de conversión = (Número de conversiones / Número de visitantes) x 100
Por ejemplo, imagina que tienes una landing page con objetivo de ventas. Si la página recibe 1000 visitantes y 20 de ellos completan una compra, la tasa de conversión sería del 2%.
Tipos de conversión en marketing
Existen diferentes tipos de conversiones en marketing digital, cada uno alineado con distintos objetivos comerciales y estrategias. Estos son algunos de los más comunes:
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Micro-conversiones: Son pequeñas acciones que los usuarios realizan y que indican interés en el contenido o en la oferta de la empresa, por ejemplo, hacer clic en un enlace, ver un video, o leer un artículo completo en un blog. Aunque no representan un resultado de negocio directo, son importantes para “nutrir” a los usuarios a lo largo del embudo de ventas.
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Conversiones de generación de leads: Estas conversiones ocurren cuando un usuario proporciona información personal a cambio de algo de valor, como una descarga de un ebook, un acceso a un webinar, o una suscripción a una lista de correo electrónico.
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Conversiones de venta: Este es uno de los tipos de conversión más importantes y directamente relacionados con el ROI (retorno de inversión). Las conversiones de venta se producen cuando un usuario realiza una compra o contrata un servicio. Medir estas conversiones es fundamental para entender la rentabilidad de una campaña de marketing.
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Conversiones de retención: Aunque menos obvias, las conversiones de retención también son vitales. Estas conversiones se centran en las acciones que indican que un cliente existente está comprometido y satisfecho, como renovar una suscripción, comprar de nuevo, o interactuar con contenido exclusivo para clientes.
En resumen, las conversiones son el corazón de cualquier estrategia de marketing digital exitosa. Comprender qué son, cómo se miden y los diferentes tipos que existen permite a las empresas optimizar sus esfuerzos y maximizar su retorno de inversión.